martes, 19 de mayo de 2009

Cuantas veces me pregunté: ¿Cuándo aparecerá el hombre que me haga feliz por completo?
Una personita que me robe el corazón, que sepa conquistarme, que me ame tal y como soy con mis defectos y virtudes.Que me haga sentir lo que soy, una mujer, que me entregue todo de él sin esperar algo a cambio, que cuando sus labios besen los míos me dejen sin aliento, pero con ganas de más. Que cada vez que me mire me ponga nerviosa y temblorosa con temor a lo que me puedan decir sus ojos, que cuando me acaricien sus manos grandes me haga sentir ese escalofrío que recorre todo el cuerpo, hasta hacer conexión con tu corazón. Que suspire y susurre a mi oído, haciéndome saber cuanto me ama, que tenga alma de niño y de hombre, digo de niño, porque son como ángeles, puros e inocentes y sobre todo son sinceros. Y digo de hombre, porque se equivocan y piden perdón, se caen y se vuelven a parar enfrentando todo los obstáculos que se le presentan a lo largo de su vida, que sea valiente para que me proteja y me defienda de todos los ángeles malos que se puedan encontrar a mi alrededor y no solo por eso, sino también para que defienda nuestro amor aunque lo pierda todo. Un hombre que sea amable y caballero, que me apoye, me de hijos y que este ahí siempre cuando lo necesite. Que su sonrisa me contagie, diciéndome que todo lo que siento esta bien y que si me llegase a equivocar él esta ahí para apoyarme, que me haga olvidar todo mi dolor que me persigue desde la infancia, que cuando este con él me haga subir al cielo, me deje tocar las estrellas y descansar en las nubes. La palabra te amo es demasiado grande y hermosa, cuanto esperé decirla, cuanto esperé que me lo dijeran, pero ahora esta todo dicho y me siento feliz, porque la duda que alguna vez tuve ahora ha encontrado su respuesta. El hombre que siempre soñé, esta ahora aquí presente en mi corazón, junto a mi y es solo mío, ese hombre eres tú mi amor, el que reúne todas las características de mi hombre perfecto.¡TE AMO!Espero que esto nunca termine, de lo contrario tendré que resignarme a recordar que mi hombre perfecto pasó por mi vida dejando una huella que no se borrara jamás.

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